Un despido en momentos difíciles fue sancionado severamente

Una trabajadora fue despedida sin invocación de causa mientras atravesaba un momento familiar difícil.

Su hijo había sufrido un grave accidente que desencadenó en un cuadro depresivo y bipolar que culminara en un cuadro esquizo-afectivo. Entabló una demanda por despido discriminatorio en el que la empresa alegó primero desconocer esa circunstancia familiar, pero luego de ser condenada en primera instancia, apeló diciendo que la causa del despido era el mal desempeño de la trabajadora.

Este cambio de excusa fue valorado negativamente por el Tribunal que consideró el despido discriminatorio y fijó una indemnización equivalente a trece meses de sueldo, equiparando ese despido al caso de discriminación por maternidad.