Enfermedades y accidentes del trabajo

Los accidentes de trabajo y sus consecuencias fueron una de las principales preocupaciones de los trabajadores desde el comienzo de la era industrial.

En las condiciones precarias en las que se desenvolvía el trabajo en aquella época, donde además prácticamente no había medidas de protección o prevención de accidentes, la situación de los trabajadores accidentados era particularmente dramática porque quedaban incapacitados para trabajar, sin auxilio alguno de la seguridad social, que por entonces no existía.

Una de las primeras reivindicaciones obreras fue la referida a los accidentes de trabajo

De ahí que una de las primeras reivindicaciones obreras fuera justamente la referida a la reparación de las consecuencias de los accidentes de trabajo.

En esa época se le daba preferencia a la reparación (asistencia médica e indemnizaciones por incapacidad o muerte), más que a la prevención de los accidentes.

En nuestro país justamente una de las primeras leyes laborales fue la ley de accidentes de trabajo 9688, de 1915.

Las bases del sistema de reparación de accidentes de trabajo

La ley 9688 de accidentes de trabajo se basa en dos fundamentos principales:

  • Responsabilidad presumida, es decir que cualquier accidente ocurrido en relación con el trabajo está protegido y comprendido por la ley.
  • Indemnización tarifada, a través de una suma predeterminada calculada sobre la base del sueldo, edad, y gravedad del daño. Sin embargo, el trabajador tenía la opción por reclamar una indemnización más amplia con fundamento en la legislación común que protege a toda persona que sufre un accidente.

Evolución de la Ley 9688

La primitiva ley 9688 comprendía sólo a los trabajadores de la industria (excluyendo a los del comercio y a los del campo que en esa época eran muy numerosos y expuestos a accidentes).

Al principio, estaba referida sólo a accidentes de trabajo y a enfermedades profesionales, es decir aquellas que son consecuencia directa de las tareas que cumple el dependiente.

Posteriormente, el sistema fue evolucionando:

  • Se hizo extensiva a todos los trabajadores, incluidos los empleados del sector público.
  • Se ampliaron las situaciones protegidas, incorporándose el accidente ocurrido en el trayecto de ida y vuelta al trabajo así como toda enfermedad que tenga relación con el trabajo.

Dadas las insuficientes medidas de protección y prevención de la seguridad y salud de los trabajadores, los accidentes y enfermedades laborales se fueron incrementando. Ello determinó un
aumento también de los juicios donde los trabajadores (o sus familiares en el caso de fallecimiento) buscaban una reparación por los daños sufridos. En muchos casos estas acciones legales se basaban en las normas del derecho civil (más protectorio y más generoso en la reparación), que en la tutela de la ley laboral.