Los fundamentos del derecho del trabajo
El liberalismo presupone que todos los individuos son libres y gozan de igualdad para negociar y contratar con otros sujetos.
Todos somos iguales pero algunos son más iguales que otros
Pero cuando un trabajador “contrata” con un patrón las cosas no son parejas:
- el trabajador necesita urgentemente trabajar, para mantener a su familia, mientras que el patrón no siempre necesita con urgencia los servicios del trabajador.
- además, siempre hay más gente buscando trabajo que patrones ofreciendo empleos.
En estas condiciones de debilidad y necesidad, lógicamente el que impone sus condiciones es el patrón.
El sueldo y las condiciones de trabajo no son el resultado de una negociación libre e igualitaria, sino una imposición.
El derecho del trabajo entra en acción para proteger al trabajador compensando esa situación de desigualdad.
La ley laboral se pone del lado del más débil y le impone al patrón determinadas obligaciones, referidas a las condiciones de trabajo.
Partiendo de la base de la debilidad del trabajador, la ley se mete a imponer condiciones de trabajo:
- Obligatorias para el patrón
- Irrenunciables para el trabajador.