“Hay una pandemia más larga, la del abuso laboral”

El abogado laboralista Jorge Elías, de vasta trayectoria, reflexiona sobre la situación de los trabajadores en tiempos de Covid, sobre los desafíos pendientes, las fortalezas y debilidades frente a empresarios inescrupulosos.

En el marco del Día Trabajador, el especialista en derecho laboral, autor del Manual de derecho laboral para trabajadores, un libro editado por la Cooperativa La Masa, reflexionó sobre las importantes medidas del gobierno nacional que impidieron que los efectos de la pandemia, a pesar del daño que causaron a la economía y al mundo laboral, fueran desastrosos. Señaló la tendencia de los empresarios a no reconocer derechos de los trabajadores como uno de los males más profundos y extendidos, como los de una pandemia más larga.

—¿Cómo ves a la clase trabajadora este 1º de mayo de 2021, en medio de otra ola de Covid?
—En realidad, está tan mal, y un poco más todavía, que antes de que se inicie la pandemia. Porque la situacion de los trabajadores en Argentina viene experimentando una serie de situaciones crónicas, muy graves, con todo lo que tiene que ver con la informalidad, con el altísimo nivel de trabajadores no registrados y mal registrados porque figuran por medio día, o porque no tiene la jornada completa o porque cobran parte del sueldo en negro.

“Hay que reconocerle como un gran mérito a este gobierno las medidas que tomó, como por ejemplo prohibir los despidos o subsidiar a las empresas con parte de la remuneración para que puedan pagar salarios”

En Argentina, ya antes de la pandemia, se puede decir que había más gente mal anotada o en negro que gente bien anotada. El anotado correctamente con aportes, que es lo mínimo que puede aspirar un laburante (no hablemos de que le alcance la plata, hablemos de que simplemente esté registrado) es en este país aunque parezca mentira, un hallazgo. Y esto es así desde hace muchos años. No lo han podido revertir los distintos gobiernos. Algunos no habrán querido y otros no habrán podido, pero lo cierto es que la pandemia nos encontró en este escenario donde además, el valor adquisitivo de los sueldos fue cayendo, especialmente desde el gobierno de Macri, y no se ha podido recuperar. Entonces, en este territorio, en este campo poco amigable, aterriza la pandemia y trae nuevos problemas, pérdidas de puesto de trabajo, pérdidas de remuneración, muchos pierden la oportunidad de producir, de trabajar y empiezan a cobrar menos, hay actividades que están cerradas…
—Es un panorama preocupante…
—Sí, pero lo que a mí personalmente me llama la atención es que creí que la pandemia con el cierre y la cuarentena iba a causar un efecto más devastador y, por suerte, no ha ocurrido. Un poco porque da la impresión que la economía tiende a recuperarse compensando lo que se perdió, con algún nivel de recuperación de algunas actividades, obvio que la hotelería está rendida, pero la industria está produciendo más. Y al mismo tiempo hay que reconocerle como un gran mérito a este gobierno las medidas que tomó, como por ejemplo prohibir los despidos o subsidiar a las empresas con parte de la remuneración para que puedan pagar salarios. Las otras medidas que se han ido adoptando son la de apoyar a los monotributistas que también son trabajadores, muchos están fraudulentamente anotados como monotributistas para no pagar nada, porque también hay una pandemia que es mucho más larga que es la del abuso en todo el escenario laboral.

“Las prácticas negativas de los empresarios son muy generalizadas”

—Parece que la precarización es lo que manda.
—Es que las prácticas negativas de los empresarios son muy generalizadas. Además de los trabajadores en negro están las empresas que cambian de dueño para burlar los derechos de los acreedores, del Estado y principalmente de los trabajadores, y otro fenómeno del que se abusa muchísimo es el de las sociedades de responsabilidades limitadas (SRL) porque se pueden constituir prácticamente casi sin capital, entonces cualquiera puede poner un emprendimiento y tener 20, 50 empelados y con capital cero para responder, un buen día le va mal o tiene ganas de embromar a alguien cierra la SRL va forma una nueva con un amigo y arranca de cero y los trabajadores tienen muchos problemas para poder cobrar algo luego. Son prácticas inmorales. Las grandes empresas no hacen esas cosas del todo, pero contratan empresas más chicas que sí hacen estas cosas o se valen del abuso de la figura de la pasantía o recurren a empresas de servicios eventuales por tareas que no son eventuales.

“La ley de Teletrabajo fue una medida muy justa y oportuna del gobierno”

—Y a ese panorama se suman las nuevas plataformas que rozan el fraude laboral y que precarizan el trabajo…
—Acá habría dos cosas: uno de los efectos de la pandemia que es el llamado teletrabajo porque muchas personas sobre todo los que trabajan en oficinas dejaron de trabajar en la sede de la empresa para trabajar desde sus casas, lo que se llama Home Office, esta situación ya ha quedado regulada legalmente con la Ley de Teletrabajo que sacó este gobierno que, reconociendo esta realidad, se encargó de reconocer que el teletrabajador tiene los mismo derechos, las mismas garantías, los mismos sueldos, la misma jornada laboral, la misma indemnización por despido, la misma protección por enfermedad que el trabajador presencial. Esta fue una medida muy justa y oportuna del gobierno que ha provocado muchas quejas de los sectores de empresarios porque había una ilusión de que el teletrabajo iba a ser una forma más flexible, por lo tanto más conveniente para la patronal, porque cuando hablamos de flexibilidad estamos hablando de pagar menos y embromar más al trabajador.

“Hay quienes quieren lo peor para los trabajadores. Hay sectores económicos, de medios de comunicación y hasta de sectores políticos, y por supuesto de empresarios”

En cuanto a las plataformas, eso aún no está regulado, ni ha habido una ley, ni antes de la pandemia ni ahora, y es uno de los fenómenos en donde aparece también una situación de abuso y precarización. Hay un proyecto de ley de trabajo en plataformas que el gobierno presentó el año pasado y que todavía no ha sido tratado y que procura compatibilizar una modalidad con ciertas libertades, con los derechos de un trabajador. Y estamos siempre en un escenario, en una lucha que viene de muchos años, en donde lo mejor para la Argentina es que los trabajadores estén mejor protegidos. Pero hay quienes piensan todo lo contrario y quieren lo peor para los trabajadores. Hay sectores económicos, de medios de comunicación y hasta de sectores políticos, y por supuesto de empresarios, que dicen que «en este país no se puede progresar por las leyes que protegen a los trabajadores», dicho en lenguaje coloquial: “Podríamos cagarle un poco más, sacarle más el jugo a los empleados y ganar más plata”. Esta, es una de las premisas con las que nos hemos movido desde hace mucho tiempo, por lo menos de Menem para acá. Siempre estamos tironeando porque dicen «no se puede poner una empresa porque hay que pagar mucho, ¿cómo que tengo que pagar despidos?, ¿vacaciones?, qué lindo que era cuando no había leyes», eso piensan muchos empresarios.
Del otro lado, estamos los que pensamos diferente, que defendemos los derechos del trabajador y queremos un país que crezca con equidad. Este debate, esta pelea que está permanentemente en todo lo que tiene que ver con la tarea legislativa, con el pensamiento jurídico laboral, es lo que contamina cualquier búsqueda de solución. Porque cuando uno dice vamos a hacer una ley para regular el trabajo en plataforma, aparecen los que dicen «vamos a proteger a estos tipos (los empresarios), que sea todo libre, que la libertad es lo mas lindo». Y eso frena el debate para algo bueno, porque los que estamos del lado de la protección de los trabajadores tenemos pánico de mandar al Congreso una ley porque no sabemos con qué nos van a salir. Y eso condiciona la posibilidad de pensar y diseñar temas relacionados a lo laboral que sean adecuados a las necesidades de la gente.

*Publicado en el diario digital Redacción Rosario