Los sindicatos en la Argentina

En la Argentina, los sindicatos nunca fueron formalmente prohibidos por la ley.

Sin embargo, en los orígenes del movimiento obrero, la actividad sindical fue duramente combatida.

Las movilizaciones eran reprimidas a balazos, y no era raro que hubiera heridos y muertos.

Los activistas extranjeros (mayoritarios en la época de gran inmigración) eran expulsados del país. Matones y patotas atacaban las reuniones y locales sindicales.

El reconocimiento llegó en 1945

Esta política persecutoria fue modificándose con el tiempo, y las organizaciones sindicales pasaron a ser toleradas como cualquier otra asociación. Su participación en las acciones reivindicativas le fueron dando un lugar en la sociedad.

No obstante, fue con el surgimiento del peronismo a partir de 1945, que los sindicatos pasaron a tener un rol decisivo en la sociedad, y un reconocimiento legal y constitucional.

La constitución de 1949 primero, y posteriormente la hoy vigente de 1957, dotaron de reconocimiento y protección constitucional a los sindicatos:

El Art. 14 Bis de la Constitución consagra entre los derechos del trabajador el de:

“organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial.”

También define los derechos de los gremios:

“Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo.”

Esta fórmula constitucional define los elementos básicos de los derechos sindicales:

  • Firmar convenios colectivos.
  • Recurrir a la conciliación y al arbitraje.
  • Ejercer el derecho de huelga.
  • Protección de los representantes sindicales.

Estructura

Los trabajadores pueden agruparse siguiendo distintos criterios en cuanto a su afinidad de intereses:

  • Oficio (linotipistas, confiteros, electricistas), categoría (supervisores o personal jerárquico) o profesión (viajantes, locutores, conductores de trenes, pilotos de avión) En este caso, los trabajadores se agrupan en función de su tarea
  • Actividad (industria de la alimentación o la metalurgia, trabajadores de entidades bancarias o de comercio), o de una rama de actividad (aceiteros, molineros, que son una rama de la industria alimenticia, fabricación de automotores, que es una rama de la industria metalúrgica). En este tipo de sindicatos se nuclean trabajadores que realizan distintas tareas, tienen categorías variadas, pero tienen en común que trabajan para un mismo sector de la producción.
  • Empresa (empleados de una única empresa, establecimiento o dependencia pública). También este caso se agrupan trabajadores de distintas categorías y actividades, pero que tienen como denominador común que trabajan para un mismo (y único) empleador.

Del sindicato de oficio al sindicato de rama

En sus orígenes los trabajadores fueron agrupándose por oficio o profesión, pero luego se fue operando una transformación y las organizaciones pasaron a constituirse bajo la forma de sindicatos de actividad o rama.

Se consideró que lo que une a los trabajadores no es tanto que tengan un mismo oficio (aunque sin duda eso genera lazos de solidaridad), sino el tener que medir fuerzas con un mismo patrón o grupo de patrones.

De ahí que la organización por actividad o rama sea la forma dominante hoy día entre las organizaciones sindicales, tanto en la Argentina como en casi todo el mundo.

Formas de organización según el ámbito de actuación territorial

Las organizaciones sindicales también gozan de libertad en cuanto al territorio que desean abarcar en su accionar:

Así hay sindicatos que se constituyen para actuar en todo el territorio del país, y que van creando seccionales o delegaciones (dependientes de la central), en distintos puntos del país, según sus necesidades.

A estos sindicatos se los conoce como uniones, porque surgieron de la unión de distintos gremios o zonas que decidieron fusionarse en una única entidad nacional, (Unión Obrera Metalúrgica, Unión Tranviarios Automotor, Unión del Personal Civil de la Nación), aunque no todas las entidades así constituidas llevan la palabra unión en su nombre (Sindicato del Seguro de la República Argentina, Asociación Bancaria, Asociación Trabajadores del Estado).

Otros gremios, en cambio, se constituyen para actuar solamente en una determinada ciudad, en una provincia o en una región o zona de una provincia. (Sindicato de Empleados de Comercio de Córdoba, Trabajadores Municipales de Bahía Blanca, Trabajadores docentes de la Provincia de Santa Fe). A estos sindicatos se los conoce como sindicatos de primer grado o sindicatos de base.

Estos sindicatos de primer grado suelen organizarse en entidades de segundo grado, las llamadas Federaciones o Confederaciones, que son algo así como sindicatos de sindicatos.

Las centrales sindicales: CGT

Finalmente, en la cima de la pirámide sindical hay otra organización, destinada a agrupar a la totalidad de las organizaciones sindicales.

En la Argentina la Confederación General del Trabajo (CGT), agrupa a entidades sindicales de primer grado constituidas bajo la forma de unión, a Federaciones (es decir sindicatos de segundo grado); y a asociaciones de primer grado que no pertenecen a ninguna federación.

Recientemente ha surgido otra Confederación organizada como central sindical, la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA).